jueves, 5 de diciembre de 2013

PSICOLOGÍA DEL AMOR (IV):
¿Qué es el Amor?

Mª Teresa Rodríguez Álvarez

             Hemos considerado algunas cosas que no son amor, veamos ahora lo que sí consideramos amor. 
 
            Una característica importante del Amor es la de mantener y preservar la distinción entre uno mismo y el otro. El que ama genuinamente percibe a la persona amada como alguien que posee una identidad separada, respetando y alentando esa individualidad y la independencia. El Amor respeta la individualidad, en parte porque necesita a “un otro” a quien amar y hacia quien abrirse extendiendo las fronteras del yo.
 
           El Amor expresa ese respeto a la individualidad del otro como autenticidad, expresividad afectiva, comprensión empática, capacidad para escuchar, receptividad y aceptación. La congruencia o autenticidad se refiere a la capacidad de revelar el mundo interior de modo abierto y directo. La expresividad es la capacidad de demostrar cariño verbal y físico o corporalmente. La comprensión empática se refiere a la capacidad de entender los sentimientos del otro y de identificarse con ellos. Otros recursos son: escuchar activamente, sin evaluar, con paciencia y aceptar la subjetividad del otro con sus diferencias.
 
           En el proceso de conformación y consolidación del Amor en una relación de pareja la intimidad resulta esencial, porque supone compartir lo más profundo de ambos, para lo que se requiere madurez psicológica y habilidades comunicativas entre otros factores. La intimidad se desarrolla mediante la comunicación afectiva y suele caracterizarse por un sentimiento recíproco de aceptación, entrega, confianza y ternura. Puede manifestarse a través de  palabras,  gestos y por el contacto físico, este último desempeña una importante función en la expresión de la ternura.
 
           Un elemento consustancial de la intimidad de la pareja lo constituye el contacto sexual que está interrelacionado con el acercamiento físico y emocional. Cuando se logra la conjunción de ellos con el sentimiento de Amor resulta una relación profunda que se construye poco a poco en el interactuar de la pareja.

         El compromiso es el fundamento, la firme roca, de toda relación genuina de Amor. Comprometerse profundamente no garantiza el éxito de la relación, pero ayuda a asegurarla, aunque el compromiso implica asumir riesgos. El compromiso manifiesta la firme decisión de poner la voluntad al servicio de amar a una determinada persona, idea o actividad. Evidencia la comprensión de que el Amor es una elección, una decisión, que elegimos decididamente amar, abriéndonos y entregándonos a la persona o objeto amado.
 
           El Amor es productivo, genera vida, crecimiento, evolución. Cuando amamos, ponemos la acción al servicio del Amor con dedicación y cuidado que se transforma en creación de: hijos, ideas, proyectos comunes u otros frutos. Son los hilos del tejido del amor que se entrelazan para tejer la red de la Vida.
 
           La experiencia del Amor verdadero tiene que ver con la ampliación de los límites del yo extendiéndolos hacia el objeto amado por el que nos sentimos atraídos,  entregándonos a él y comprometiéndonos con él, sin perdernos en él. En este proceso también incorporamos psicológicamente en nosotros una representación de ese objeto y en virtud de esa incorporación hemos crecido y las fronteras del yo se han extendido.
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